El vulcanismo comenzó hace 300.000 años hacia el Suroeste de la cumbre actual, antes que la actividad se transladara hacia el centro actual hace unos 170.000 años. La erupciones de ese momento comenzaron a construir el edificio volcánico principal, formando un estratovolcán.Para más información consulte la animación del enlace.
Son muchas las erupciones que se recuerdan con anterioridad al siglo XIX, durante el cual se inició un sistemático estudio vulcanológico, pero son pocas en comparación con el elevado número de las que en realidad se produjeron.
Entre las erupciones más antiguas destaca la del año 396 antes de cristo, en tiempos más recientes tuvo lugar la más famosa y terrible erupción que pueda recordarse: la erupción de marzo de 1669 en la que se formó una gran fisura que dio origen un gran río de lava que destruía todo a su paso. Entre las erupciones del siglo XIX cabe destacar la del año 1886 que dio lugar a la formación de un cráter adventicio, el monte Gemmellaro.
Las laderas de la montaña se dividen en tres zonas diferentes: la zona fértil cultivada, a unos 915 m de altitud llena de huertos subtropicales, plantaciones de cítricos y viñedos; la zona arbolada, de abundantes castaños, robles y pinos y la zona desértica, a partir de los 1, 920 m está cubierta de cenizas y fragmentos de lava y cuyos picos más elevados están cubiertos de nieve casi todo el año.
Con respecto al turismo, el Etna se encuentra en un lugar tan privilegiado como es el centro del Mediterráneo por lo que atrae a multitud de turistas a visitar esta enorme maravilla de la naturaleza. El Etna cuenta con una carretera que rodea al volcán y puede llegar hasta los 2000 metros de altura. Una buena forma de disfrutar de este hermoso lugar y de sus alrededores, es mirar la puesta de sol desde la parte oeste de la isla.